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Volver del Congreso AELFA-IF con la maleta llena (de ideas, no de folletos)
La semana pasada muchas y muchos logopedas nos reencontramos en el Congreso Internacional AELFA-IF, una cita que, más allá del valor académico, representa una puesta en común de lo que hacemos día a día en nuestros trabajos.
Volvimos con ganas, sí, pero también con la certeza de que nuestra profesión tiene todavía mucho que decir desde el rigor, desde el trabajo bien hecho, y desde la ciencia. Este blog, correspondiente al mes de agosto de 2025, quiere hacer una pausa reflexiva: un recordatorio de que no hay práctica clínica sin investigación de base, y que los logopedas —por más que estemos al lado del paciente en su cotidianidad— también somos parte activa del desarrollo del conocimiento científico.
Lo que aprendimos (o recordamos) este fin de semana
Una de las cosas más repetidas en pasillos, conferencias y talleres fue que necesitamos más investigación aplicable y con valor clínico. Investigación que no se quede solo en laboratorios o en estructuras académicas inalcanzables para quienes estamos en el día a día de la terapia.
Porque la mayoría de las que estábamos allí somos logopedas clínicos, y desde esa práctica es desde donde también se puede investigar.
No necesitamos grandes fondos, ni instalaciones complejas. Lo que sí necesitamos es metodología sólida, preguntas pertinentes, y análisis bien hechos.
Investigar desde la clínica: posible, necesario y urgente
Cuando hablamos de investigar, nos referimos a generar conocimiento desde la práctica, pero con criterio. No es simplemente recopilar casos ni hacer balances emocionales. Es trabajar con datos concretos, con observaciones sistemáticas y con intervenciones medibles.
Esto no va de “ciencia de bata blanca” ni de papers inalcanzables. Va de preguntarnos con honestidad profesional qué estamos haciendo, por qué, cómo podemos medirlo, y cómo puede mejorar.

Logopedia y Ciencia
¿Qué tipo de investigación necesitamos en logopedia?
Investigación con aplicaciones clínicas reales
- Que observe lo que sucede en la sesión.
- Que analice el impacto de una técnica en un periodo determinado.
- Que permita replicabilidad.
- Que esté bien diseñada, aunque sea pequeña.
Investigación centrada en el paciente
- Con muestras representativas y bien seleccionadas.
- Donde se identifiquen y se controlen las variables relevantes: edad, diagnóstico, cronicidad, contexto familiar, comorbilidades.
- Que considere no sólo los resultados clínicos, sino también la percepción del cambio, la adherencia y la funcionalidad real de lo trabajado.
¿Qué hace falta para investigar desde una consulta clínica?
1. Diseño y objetivos claros
Es fundamental que todo estudio comience con una pregunta concreta y delimitada, que responda a una necesidad observada en consulta.
2. Control de las variables
No todo vale. Para que un trabajo sea válido, hay que cotejar bien la muestra y cuidar las variables. Edad, diagnóstico, tiempo desde el inicio del tratamiento, número de sesiones, técnica aplicada, etc.
3. Aplicación de metodologías ajustadas
No necesitamos complejidad, sino solidez. Algunos ejemplos accesibles para una clínica pequeña:
- Estudios de caso con seguimiento sistemático.
- Diseños pretest-postest con o sin grupo control.
- Análisis longitudinales de evolución tras intervención.
- Valoraciones funcionales, con herramientas validadas.
Las metodologías “no instagrameables” y por qué sí importan
Hay técnicas que, a simple vista, no llaman la atención. No brillan en redes sociales. No generan contenido viral. Pero sí mejoran la vida de las personas. Y ahí está la clave.
- El uso de escalas validadas.
- La recogida sistemática de datos.
- La aplicación de protocolos sostenidos en la evidencia.
Esto no vende, pero salva. Y aporta criterio. Porque una técnica no es válida porque “a mí me funciona”, sino porque puede sostenerse con datos, en más de un contexto, con más de un paciente.
La práctica basada en la evidencia no es un lujo
Es un compromiso. Y, en realidad, es lo que diferencia a una intervención sólida de una intervención intuitiva.
Sí, a veces nos inspira la intuición. Pero lo que debe guiar el tratamiento son datos:
- ¿Qué dice la literatura?
- ¿Qué resultados obtengo con esta técnica?
- ¿Es mejor que otras?
- ¿Tiene efectos sostenidos en el tiempo?

Logopedia y Ciencia
Invitación a logopedas jóvenes: hagan ciencia, aunque no la llamen así
A quienes empiezan, queremos decirles algo claro: no hay que tener un doctorado para investigar. Pero sí hace falta ética profesional y compromiso con lo que uno hace.
Por dónde empezar:
- Haz seguimiento de tus propios casos.
- Crea protocolos internos.
- Evalúa pre y post.
- Colabora con otros profesionales.
- Escribe, aunque no publiques aún.
- Revisa la literatura antes de incorporar una técnica.
- Participa en grupos de lectura.
- Aprende a leer artículos, a cuestionar metodologías, a detectar conclusiones forzadas.
¿Qué entendemos por técnica basada en evidencia?
- Una intervención que ha sido sometida a análisis controlado, con resultados replicables.
- Que ha sido medida en contextos clínicos, no solo teóricos.
- Que considera no sólo la mejora observable, sino los mecanismos implicados, la sostenibilidad del cambio y la adaptabilidad a diferentes perfiles.
¿Y si trabajamos con otras disciplinas?
Sí, los logopedas también abordamos la deglución, y en muchos casos, la coordinación interdisciplinar (con fisioterapeutas, psicólogos, médicos rehabilitadores) mejora exponencialmente el abordaje.
Eso sí: no todo vale. Las sinergias deben ser reales, fundamentadas y con lenguajes compartidos.
El papel de las revistas científicas
Hay revistas serias, específicas y de acceso abierto. Desde las especializadas en voz o deglución, hasta revistas más amplias en neurociencia, logopedia o trastornos del lenguaje.
Algunas están indexadas, otras no. Pero todas exigen una cosa: seriedad metodológica. No hacen falta fuegos artificiales. Hace falta sustancia.
Un compromiso con el presente
Este mes de agosto comienza en Clínica Córtex con fuerza. Nos llevamos del congreso no sólo ideas, sino impulso. Y una convicción:
- La logopedia se defiende desde la clínica, pero se sostiene desde la ciencia.
- Investigar no es dejar de tratar; es tratar mejor.
- La seriedad en lo que hacemos empieza por cómo lo explicamos, cómo lo evaluamos y cómo lo compartimos.
Apostamos por un futuro en el que cada informe clínico pueda ser también una semilla de estudio. Y en el que cada nueva o nuevo logopeda sepa que no basta con tener vocación: hace falta también tener método.
Nos vemos en la consulta. Y en las publicaciones. Porque sí: podemos estar en los dos sitios.
Clínica Córtex – Especialistas en Logopedia, Fisioterapia y Psicología.
- Directora de Clínica Córtex.
- Graduada en logopedia – Universidade da Coruna (A Coruña). Número de colegiada 09/435.
- Máster en neurorrehabilitación de las funciones comunicativas y motoras. Escuela Universitaria Gimbernat Cantabria (Torrelavega).
- Máster Título Propio en neurorrehabilitación logopédica y análisis de las funciones vitales. Tech Medical School España.
- Doctoranda en Medicina en la linea de Salud, Discapacidad, Dependencia y Bienestar. Universidad de Salamanca.
Departamento de Logopedia en Clínica Córtex.Estudio clínico del paciente con enfermedad de párkinson a través del análisis biomecánico de la voz