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LOGOPEDIA Y DEGLUCIÓN DISFUNCIONAL

Laura Paniagua

¿Qué es la deglución disfuncional?


La deglución es un proceso complejo para ingerir alimentos tanto líquidos como sólidos. Un patrón de deglución correcto se caracteriza por no realizar movimientos de cabeza o cuello, los labios están cerrados y la lengua no realiza empujes hacia adelante o los lados con una masticación bilateral. Sin embargo, en muchos casos se encuentra una deglución disfuncional producida por una postura y uso inadecuados de la musculatura lingual, bucal y/o labial en la deglución. Aparece cuando la lengua, los labios o la musculatura peribucal presionan los dientes en una u otra dirección (Rosell Clari & Borrás Sanchís, 2005).  


     Esta deglución implica movimientos inapropiados de la lengua durante la fase oral de la deglución y se inicia cuando la deglución infantil se prolonga después de la erupción de los dientes. Se instala cuando la lengua se proyecta hacia adelante o se interpone entre los incisivos afectando la mordida normal e incluso alterando la pronunciación normal de fonemas (D,T,R,L,N) (Sánchez & Huc, 2021).


      El uso inadecuado de la lengua en la deglución interfiere en el crecimiento normal y en la función de la musculatura orofacial. Las fuerzas generadas en los hábitos orales y en la deglución provocan: modificaciones dentarias o dentoalveolares, estimula o modifica la dirección del crecimiento en ciertas estructuras lo que incide en las mordidas abiertas y cruzadas anteriores y/o laterales, e inhibición de la erupción de uno o varios dientes (Campuzano et al., 2018). De la misma forma, el tamaño de la lengua y su posición se relaciona con el crecimiento mandibular, su posición en estado normal se encuentra entre la bóveda palatina, si la lengua ocupa una posición incorrecta podría generar problemas dentoalveolares (Sánchez & Huc, 2021). Las presiones ejercidas por la posición de la lengua y los labios en reposo son más significas y activas en el desarrollo de las deformidades oclusales que aquellas ejercidas durante la deglución, el habla y la masticación (Petrilli, 1994).


     Los hábitos no fisiológicos pueden ser causantes de maloclusiones o deformaciones dento esqueléticas, cuanto menor es la edad, mayor será el daño ya que el hueso tiene más capacidad de moldearse. Los hábitos bucales son patrones de contracción muscular que se aprenden por repetición y llegan a ser inconscientes, resultan alarmantes al ser una de las causas de las maloclusiones (Campuzano et al., 2018).


Señales de alarma

     

Los malos hábitos bucales pueden desencadenar una mordida abierta, efectos en tejidos blandos, dentales y óseos relacionados con maloclusiones (Sánchez & Huc, 2021). Se puede encontrar:


  1. Interposición labial. La mandíbula adelantada no logra un sellado labial y se interpone detrás de los incisivos superiores al deglutir y en reposo. Al no actuar, el labio comienza a ser corto y sin competencia favoreciendo una alteración en la oclusión.
  2. Interposición lingual. La lengua se interpone entre los incisivos, premolares y molares en el momento de tragar.
  3. Contracción comisural. Se forman hoyos cerca de las comisuras por falta de acción de la lengua sobre el paladar


Posibles causas


Existen múltiples causas y entre ellas se encuentran:

  • Hereditarias y congénitas (fisura labio-palatina etc).
  • Neurológicas (esclerosis múltiple, parálisis cerebral etc).
  • Orgánicas (adenoiditis, maloclusiones, traumatismos faciales)
  • Funcionales:


  • Hábitos lesivos involuntarios (succión labial, digital, de carrillos o morderse las uñas).
  • Falta de maduración a nivel orofacial; principalmente debido a la persistencia de hábitos o parafunciones en niños que siguen succionando objetos o que utilizan el chupete en edades avanzadas.
  • Alimentación triturada
  • Uso inadecuado de tetinas


  • Macroglosia (Jiménez, 2016)

      Estos hábitos provocan alteraciones del tono y fuerza de la musculatura al igual que alteraciones en la estructura ósea. En muchas ocasiones las causas se producen simultáneamente y pueden llegar a prolongarse con el tiempo, siendo un factor importante la duración del mal hábito para el tratamiento.



Diferencias entre una deglución normal y una deglución disfuncional


Se pueden encontrar diferencias entre una deglución normal y una deglución disfuncional:

  1. Posición frontal de la lengua desde la fase oral. La punta de la lengua se sitúa entre los dientes o empuja la interior de los incisivos. Puede encontrarse directamente relacionada con la mordida abierta anterior.
  2. Contracción de los labios. Los labios comienzan a contraerse para compensar la impulsión al exterior de la lengua evitando que los alimentos se escapen.
  3. Escape de alimentos.
  4. Falta de contracción de maseteros. Debido a que la lengua se fija en una posición baja y no actúa la musculatura elevadora de la mandíbula.
  5. Contracción del mentón. Se produce por un intento para sellar la cavidad oral e impedir que los alimentos no escapen. También debido al movimiento excesivo y contracción del labio inferior para alcanzar al superior debido a la oclusión.
  6. Movimientos del cuello. Principalmente por una ineficiente masticación. El bolo no se encuentra bien formado lo que dificulta su paso por la orofaringe y la persona estira el cuello y realiza una extensión de la nuca.
  7. Ruidos al tragar. Aparecen cuando se realiza un exceso de fuerza y contracción del dorso lingual contra el paladar en la deglución.
  8. Mantener residuos de alimentos en la boca después de acabar la deglución. Debido al bajo tono de los músculos de las mejillas que favorece el almacenamiento de partículas en el vestíbulo de la boca.  (Cervera & Ygual, 2002).



     

Tratamiento logopédico


      La terapia miofuncional se encarga de prevenir, valorar, diagnosticar y corregir las disfunciones que puedan interferir en la producción del habla y en las diferentes estructuras del sistema orofacial desde el nacimiento a la vejez. Colabora junto con la medicina y la odontología. Trata de crear una función muscular orofacial normal, ayudar al crecimiento y al desarrollo de la oclusión normal (Jiménez, 2016).

      Representa una importante ayuda para el ortodoncista puesto que facilita la labor de los aparatos ortopédicos-ortodóncicos principalmente si se comienza antes de la instauración de los mismos. Prepara y reinstaura el balance muscular orofacial normal de tal forma que cuando se introduzcan los aparatos ya no hay nada que impida que trabajen correctamente y sin interferencias de la lengua.

      El tratamiento logopédico termina antes que el ortodóncico, pero en muchos casos con el tiempo, una vez terminada la terapia de aparatos, puede existir la tendencia a recidivar ya que existe una fuerza orofacial que actúa contra la dentadura y el tejido óseo.

     En los casos de mordida abierta, los ejercicios funcionales ayudan a que la lengua cambie su posición y de esa forma la mecánica del tratamiento de ortodoncia sea más efectiva y así tenga mayor estabilidad disminuyendo la posibilidad de recidiva (Uribe et al., 2010).


¿Cuándo acudir al logopeda?


   Aproximadamente a partir de los 6 años de edad, el desarrollo facial y dental se ve alterado cuando existen malos hábitos como causas principales (Jiménez, 2016). En la mayoría de los casos el odontólogo informará de la situación o si se dan alguno de los síntomas mencionados se puede acudir a un profesional para realizar una valoración miofuncional.


Objetivos del tratamiento


     En resumen, el tratamiento logopédico tendrá como objetivo conseguir el equilibrio entre la musculatura orofacial, las funciones neuromotoras y el crecimiento maxilofacial. Se trabaja la deglución de alimentos con distintas consistencias con un plan de rehabilitación adaptado a las características individuales. Siempre contando con un equipo multidisciplinar que incluya al ortodoncista, odontopediatra y/o maxilofacial, ORL, alergólogo, pediatra y/o fisioterapeuta

 

Referencias Bibliograficas


  • Campuzano, T. M., Calderón, T. Z., & Tircio, C. N. (2018). Deglución atípica considerada como factor predisponente para la maloclusión presente en niños con dentición temporal o mixta. Revista Científica Especialidades Odontológicas UG, 1(2), 15-21.
  • Cervera, J. F., & Ygual, A. (2002). Guía para la evaluación de la deglución atípica. Cuadernos de Audición y lenguaje, 3, 57-65.
  • Jiménez, J. J. (2016). Importancia de la deglución atípica en las maloclusiones. Odontología sanmarquina, 19(2), 41-44.
  • Murrieta Pruneda, J. F. (2013). Maloclusión dental y su relación con la postura corporal: Un nuevo reto de investigación en Estomatología. Boletín médico del Hospital Infantil de México, 70(5), 341-343. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1665-11462013000500001&lng=es&nrm=iso&tlng=es
  • Petrelli, E. (1994). Ortodoncia para fonoaudiología. Ed. Lovise. Sau Paulo, Brasil
  • Rosell Clari, V., & Borrás Sanchís, S. (2005). Guía para la reeducación de la deglución atípica y trastornos asociados. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=322976
  • Sánchez, C. V., & Huc, M. A. T. de. (2021). Disfunción lingual y su impacto en el desarrollo del complejo dentomaxilofacial. Revisión sistemática: Lingual dysfunction and its impact on the development of the dentomaxillofacial complex. Systematic review. Revista Científica Especialidades Odontológicas UG, 4(2), Article 2. https://doi.org/10.53591/eoug.v4i2.12
  • Uribe, C. P. G. A., Rojas García, A. R., Gutiérrez Rojo, J. F., & Rivas Gutiérrez, R. (2010). Tratamiento de mordida abierta dental con deglución atípica. Oral, 11(33), 577-579.
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