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La logopedia, clave en los bebés prematuros.

Sandra Corvo Macarro

La logopedia, clave en los bebés prematuros

La Organización Mundial de la Salud, declara que cada año nacen unos 15 millones de niños pretérmino, lo que corresponde a más de 1 de cada 10 nacidos. En los últimos 20 años, se ha incrementado la tasa de nacimientos prematuros en un 14%.1 En la actualidad, está aumentando la supervivencia de la población en prematuros, debido a los avances en tecnología y medicina, lo que reduce el riesgo de mortalidad. Esto es algo positivo, pero aún quedan muchas incógnitas acerca del desarrollo neurológico y el desarrollo funcional en su entorno.

Cuando un bebé nace prematuramente, antes de la semana 37 de gestación, es posible que se enfrente a algunos problemas de salud, como la insuficiencia respiratoria en el caso de que los pulmones no sean lo suficientemente maduros o a la ictericia, si hay un exceso de bilirrubina. Además, los estudios hablan de un aumento de posibilidades de desarrollar un trastorno del neurodesarrollo. Es un indicador de riesgo de afectación en el ámbito motor, neurológico y cognitivo. 

Un 20% de los niños prematuros, presenta rasgos del trastorno del espectro autista (TEA) (frente al 1,8 % de los niños nacidos a término). También, hay un 19% de niños con rasgos asociados a trastornos de desarrollo del lenguaje (TDL), siendo un 7% en población general. Además, también tienen más incidencia en trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (2,6 veces).

Estos problemas de neurodesarrollo de los bebés prematuros están vinculados principalmente a dos factores: el peso en el nacimiento y la semana de gestación en la que se produce el parto. Pero también se debe tener en cuenta que el cerebro del niño prematuro es más inmaduro que el de un niño que nace a término y que la prematuridad, puede implicar largos ingresos hospitalarios, a veces con intubación, que garantice la respiración del bebé. Esta situación, provoca una limitación en la experiencia del niño en relación con su entorno, ya que los estímulos que recibe son muy diferentes y alejados, en numerosas ocasiones, de la comodidad y seguridad del vínculo materno.



Como resultado, diferentes factores pueden influir en el desarrollo del bebé prematuro.

Entre estas consecuencias, se encuentran el posible impacto en el desarrollo del lenguaje, la comunicación y las funciones orales no verbales, como son la deglución y alimentación.


La importancia de la atención temprana.


En los bebés prematuros, así como en aquellos que nacen con alguna patología, la función del logopeda es de gran importancia. 

 Resulta fundamental que un logopeda pueda prevenir, detectar y tratar precozmente estos trastornos relacionados con el habla, el lenguaje, la comunicación y la deglución en los bebés prematuros. En las patologías de la comunicación y de la deglución la detección precoz y la intervención temprana, es un acierto, ya que se disminuye la probabilidad de dificultades mayores y el impacto de las mismas. 


Es probable que, en estos niños, existan periodos de intubación prolongados, traqueostomías o que han necesitado sondas para alimentarse, lo que genera alteraciones tanto de sensibilidad del interior de la boca como de las capacidades de alimentación. 


La familia es clave en el trabajo de estimulación precoz, la mejor prevención proviene de su parte y es importante que entiendan la situación y la aborden con conocimientos, asesorados por los profesionales adecuados. 


¿Qué alteraciones pueden aparecer en un niño prematuro a nivel de alimentación?


Es posible que, en estos niños, pueda aparecer alguna de las siguientes situaciones:

  • Inmadurez generalizada en el desarrollo. 
  • Incoordinación entre la tríada respiración-succión-deglución. Esto generará fatiga en la alimentación y un gran gasto energético. 
  • Reflujo gastroesofágico. 
  • Necesidad de medicación, que les produce aletargamiento y muchas veces interfiere con las tomas de alimentación. 
  • Exceso de sensibilidad cuando se introducen elementos, como la tetina, en la boca. 
  • Ventilación mecánica. 
  • Alimentación no efectiva. 
  • Alteraciones en el control de secreciones. 
  • Alimentación por sondas, con el consecuente perjuicio en la adquisición de succión, deglución y la posterior habilidad masticatoria. 
  • Traqueostomía.



Ante estas dificultades, ¿cómo puede ayudar el logopeda?


Es de gran importancia atender al riesgo de aspiración en estos niños, ya que carecen de las habilidades necesarias para tener una deglución segura y eficaz. Otro tema sobre el que hay que pararse, es su nivel de fatiga, porque el gasto energético que realizan es muy alto y pueden cansarse debido a la descoordinación, al bajo tono, etc.

Nuestra labor como logopedas es valorar la presencia o el estado de:

  • La musculatura orofacial.
  • Las funciones de succión, masticación, deglución y respiración. 
  • Alteraciones posturales que influyen en la alimentación.
  • Presencia de reflejos primitivos orofaciales.
  • Situación alimentaria, soporte de oxígeno, medicación, etc. 
  • Control de secreciones. 


Realizar una buena valoración, resulta esencial para conocer el alcance de las dificultades y ver los requisitos necesarios para desarrollar una adecuada y completa intervención. Después, debemos fijar unos objetivos para tratar de:


  • Reducir u optimizar la sensibilidad del interior de la zona orofacial.
  • Asociar la estimulación realizada con la ingesta del alimento. 
  • Conseguir instaurar con correcto patrón deglución-succión-respiración o masticación-deglución-respiración. 
  • Adecuar la ingesta de alimentos a su edad.
  • Trabajar con las texturas, temperaturas y sabores adecuadas al bebé.


¿Y con respecto al lenguaje y la comunicación?


 Hay autores, como Paquette (2015) que indican que la población prematura tiene mayor riesgo de presentar alteraciones lingüísticas, así como Sansavini (2010), que demostró que existe un retraso significativo en la adquisición del lenguaje (tanto expresivo como receptivo), lo que condiciona y dificulta el desarrollo en sus habilidades interpersonales, su funcionamiento social y, más adelante y si no se aborda a tiempo, el rendimiento académico.


Se ha reportado que entre el 20 y 30 % de los niños prematuros, presentan alteraciones en el lenguaje, al igual que en un 50% de los casos de bajo y muy bajo peso al nacer. En aquellos que se desarrollan sin tratamiento se observan mayores en el nivel léxico y en la construcción gramatical, específicamente en la longitud de frases (más corta en los niños prematuros que en los nacidos a término). La evidencia de estudios a largo plazo, demuestra que cuando estas dificultades no se resuelven a tiempo, siguen presentes en la edad preescolar y escolar, manifestándose en habilidades pobres en lectura y problemas de aprendizaje. Es importante estar atentos, para que un trastorno de lenguaje no se determine muy tarde, cuando el niño ya tiene 3 o 4 años de edad.



¿Qué es lo más frecuente que podemos observar?


Los trastornos del lenguaje en niños prematuros se manifiestan comúnmente como dificultades en el procesamiento fonológico, en la organización gramatical, el desarrollo semántico y las habilidades discursivas. Las dificultades en el discurso narrativo son particularmente relevantes, dado que están estrechamente relacionadas con el aprendizaje escolar. Esto es porque es una competencia que permite organizar las experiencias.

La gran importancia que conlleva un buen desarrollo del lenguaje para la vida escolar, social y familiar de los niños en las diferentes etapas del desarrollo, manifiesta la gran necesidad de contar con información sobre las dificultades de los niños prematuros pueden presentar en esta área, y tener acceso a terapias logopédicas tempranas y especializadas.



Conclusión


Los niños prematuros frecuentemente se exponen a situaciones desfavorables para su desarrollo, en diferentes áreas. La detección precoz de las dificultades, la formación e información a los familiares y los tratamientos tempranos, ayudan a disminuir estas dificultades y lograr una adecuación en relación a su posterior desarrollo social y escolar.  Contar con la valoración logopédica para eventos relacionados con la alimentación, comunicación y lenguaje resulta de especial importancia en los niños con prematuridad. 




Bibliografía



  1. Organización Mundial de la Salud. Nacimientos prematuros. [Internet]. OMS; 2018. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/preterm-birth
  2. Adams-Chapman, I., Bann, C. M., Vaucher, Y. E., Stoll, B. J., Network, H. D. N. N. R., & Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health. (2013). Association between feeding difficulties and language delay in preterm infants using Bayley Scales of Infant Development. The Journal of pediatrics163(3), 680-685.
  3. Jaramillo, M. F., Mora, C. T. E., Ortiz, E., Chalén, D. F. Q., Legarda, P. O., & Boyce, L. (2020). Intervención basada en rutinas como apoyo a la participación familiar para el desarrollo del lenguaje en bebés prematuros. Revista de logopedia, foniatría y audiología40(3), 110-117.
  4. Guido-Campuzano, M. A., del Pilar Ibarra-Reyes, M., Mateos-Ortiz, C., & Mendoza-Vásquez, N. (2012). Eficacia de la succión no nutritiva en recién nacidos pretérmino. Perinatología y reproducción humana26(3), 198-207.
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  6. Carretero, M. D. R. M., & de Santiago, B. S. R. (2023). La habilidad lingüística en prematuros extremos en edad escolar. Revista de Investigación en Logopedia13(1), 17.
  7. de Santiago, B. S. R., Carretero, M. D. R. M., & Segura, S. A. (2023). La habilidad lingüística en el primer ciclo de Educación Primaria en alumnado nacido prematuro extremo. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología43(2), 100292.
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