Síndrome del cuidador
Hoy en día nos encontramos ante un aumento nunca visto de la necesidad de cuidados a personas en situación de dependencia. Si tomamos datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), en 2018 la cantidad de prestaciones aprobadas para este fin era de 1.320.659 mientras que ahora, en 2025, asciende a 2.248.025, un 70,21% más (IMSERSO, 2025). Hay que tener en cuenta que este número no reconoce los cuidados informales, es decir, aquellos que se proporcionan por familiares, amigos y vecinos de forma no remunerada.
El síndrome del cuidador quemado o “burnout” del cuidador es un síndrome que aparece tanto en aquellos cuidadores familiares como profesionales que dedican sus esfuerzos al cuidado de otra persona. Es una condición que, a pesar de estar muy bien documentada y reconocida, sigue siendo invisibilizada incluso con las graves consecuencias que puede producir (Losada, 2022).

Síndrome del cuidador
Contenidos
¿Qué es el burnout del cuidador?
Este síndrome aparece asociado al estrés sostenido derivado del cuidado continuo de una persona. Se trata de un estado de agotamiento físico y mental relacionado con sensaciones de sobrecarga, estrés, tristeza, problemas de concentración y culpa relacionada con los cuidados. Ocasionalmente, aparece junto con aislamiento social, producto de abandono de actividades que no derivan directamente del cuidado (Haley et al. 1987).
Actualmente, no se considera un diagnóstico clínico en sí mismo, pero ayuda a entender las consecuencias que desencadena: hasta un 60% de personas terminan desarrollando problemas importantes de ansiedad y el 39% desarrollan depresión en grado mayor incluso años más tarde de haber terminado el cuidado (Dominguez et al, 2012). Además, es bastante normal en estos casos el desarrollo de problemas de sueño, enfermedades físicas producto de la desatención a la propia persona y repercusiones en el trabajo y familia, como bajo rendimiento o alta conflictividad.

Síndrome del cuidador
Causas y factores de riesgo
Muchas veces, el problema se deriva de situaciones como la combinación de trabajo y cuidado, la falta de apoyo social y familiar, la dificultad añadida para cuidar enfermedades complejas (ej. Demencias como Alzheimer) (Fundación Pascual Maragall, 2025), la falta de experiencia, la sensación de culpabilidad y el perfeccionismo en el cuidado. Algunas falsas creencias sobre el cuidado suelen estar relacionadas con el agravamiento del problema, como son el creer que el cuidado debe ser realizado exclusivamente por la persona que conoce más al enfermo o que el cuidado ha de realizarse exclusivamente en la familia.
¿Qué señales debemos atender?
Es necesario prestar especial atención a señales que van apareciendo a lo largo del desarrollo del síndrome, como son:
- Cansancio constante y agotamiento emocional, sensación de no poder más.
- Falta de concentración y comisión constante de errores (olvidarse varias veces de las citas con el médico o de los medicamentos, no saber dónde se han dejado objetos personales, etc.).
- Sensación de desinterés por actividades cotidianas.
- Dolores físicos sin causa subyacente (dolor de cabeza, de espalda, etc.).
- Dificultad para conciliar o mantener el sueño pese a un evidente agotamiento físico.

Síndrome del cuidador
Consecuencias para el cuidador y la persona cuidada
Es preciso señalar que las repercusiones del síndrome no afectan exclusivamente al cuidador, la propia calidad del cuidado y, por tanto, la salud del receptor del cuidado se ve deteriorada. Algunos ejemplos son la pérdida de la asistencia sanitaria por olvidos, la disminución de la autonomía por encima de lo esperado para la realidad del dependiente, la reducción de los ingresos económicos en el hogar o el aumento de conflictos intrafamiliares. Además, en aquellos casos en los que aparece el síndrome se suele dar una institucionalización más temprana del dependiente (Mittelman et al.,1996).
Estrategias de autocuidado y prevención
Dentro de las estrategias que podemos utilizar para evitar la aparición del síndrome del cuidador y/o reducir su gravedad, podemos destacar (Losada, 2022):
- Búsqueda de ayuda: apoyarse en otros familiares, amigos o servicios de asistencia para compartir la carga.
- Dedicar tiempo para uno mismo, con descanso y actividades personales placenteras que permitan desconectar del cuidado.
- Realizar ejercicio físico ayuda a reducir el estrés, aumenta el nivel de energía y facilita algunas tareas de cuidado como el levantamiento físico del dependiente.
- Realizar técnicas de relajación, como la respiración diafragmática o la relajación muscular. Estas técnicas son fáciles de integrar y se pueden realizar junto con la persona que recibe el cuidado.
- Mantener vida social y evitar aislarse.
- Formarse e informarse sobre los cuidados y/o la enfermedad del dependiente, ayuda a aumentar la sensación de control y reduce la culpa.
- Delegar tareas del cuidado que pueda realizarlas otra persona. Dejar que otro familiar cuide un rato al dependiente mientras el cuidador puede ir a comprar o a dar un paseo.
- No olvidarse de pedir apoyo profesional si es necesario. Existen multitud de entidades y organizaciones que pueden ayudar a la hora de formar y apoyar a los cuidadores. Las intervenciones psicoterapéuticas han demostrado su efectividad a la hora de reducir y eliminar este síndrome.

Síndrome del cuidador
EN CONCLUSIÓN.
A modo resumen, el cuidado de personas dependientes es una situación complicada que puede provocar alteraciones en la salud física y psicológica tanto del cuidador como del dependiente. Es imprescindible que los propios cuidadores mantengan estrategias de autocuidado, con relevos frecuentes y descanso suficiente, de forma que se pueda prevenir la aparición del síndrome del cuidador. Y en caso de aparición de las señales de alerta, saber que pedir ayuda siempre nos hace más fuertes.
Cuidar nuestra salud mental es fundamental para tener una vida con mayor plenitud. Recordando siempre que pedir ayuda no es una debilidad, sino un paso valiente hacia el bienestar propio y de aquellos que nos rodean, con la ayuda profesional necesaria del equipo de Psicología de Clínica Córtex, te podemos ayudar a superar las dificultades ocasionadas por ser cuidador de personas con necesidades especiales, contáctamos.
Clínica Córtex, comprometidos con tu bienestar.

Síndrome del cuidador
- Grado universitario - Psicología
Universidad Nacional de Educación a Distancia – 2022
- Máster universitario - Psicología General Sanitaria
Universidad Europea Miguel de Cervantes 2023.
- Curso: Intervención con mujeres víctimas de violencia machista 20h -
FOCAD – Consejo general de la psicología.
- Curso: Intervención psicológica inmediata con mujeres víctimas de
violencia de género 20h - FOCAD – Consejo general de la psicología.
- Curso: La mediación intergeneracional en conflictos familiares 20h -
FOCAD – Consejo general de la psicología.