El déficit comunicativo también supone uno de los grandes motivos de frustración familiar, ya que afecta negativamente al estado anímico tanto del niño como de sus familiares.

Las dificultades en la comunicación pueden manifestarse de muchas maneras, como pueden ser:

-      Escasa intención comunicativa.

-      El mensaje que se trasmite resulta limitado.

-      Recursos comunicativos limitados.

-      Interpretación literal del lenguaje, que da lugar a errores de comprensión del mensaje (de manera bilateral).

Ninguna persona con TEA es igual a otra, y dentro del espectro existen muchos perfiles diferentes, por eso es necesario hacer un plan de intervención individualizado. Cuando es el área de la comunicación y del lenguaje la que resulta afectada, podemos encontrar a personas con escaso o nulo desarrollo del lenguaje verbal. En estos casos, se suele trabajar mediante el uso de Sistemas Aumentativos de la Comunicación (SAC), potenciando el lenguaje verbal, pero siendo conscientes de que no es el único foco de la intervención, ya que esta debe ser holística y fomentar la interacción con el entorno y la intención comunicativa. Además, hay que matizar que no poseer buen desarrollo verbal, no implica no tener comunicación.

Hay casos en los que el área de la comunicación y el lenguaje no se ve tan afectada y que presentan un nivel de habla adecuado a su edad cronológica, pero que sin embargo el lenguaje puede revelar alguna dificultad adaptativa para la comunicación, como comentarios inadecuados, rituales verbales, ecolalias, lenguaje muy adulto, etc.

Es importante reseñar que existe un fuerte componente sensorial que está implicado en la dificultad que tienen algunas personas con TEA para llevar a cabo un modelo de comunicación bidireccional y funcional. Existe un gran número de publicaciones científicas al respecto, tanto nivel motriz, auditivo o del procesamiento de la información.

El trabajo logopédico a realizar debe hacerse partiendo del nivel de comunicación y lenguaje de cada persona, promoviendo la conversación recíproca y el uso de comentarios adecuados al contexto, así como la comprensión del lenguaje figurado y el lenguaje no verbal.

¿Cómo se puede fomentar la comunicación en los/las niños/as con TEA?

           De manera general, pero esto no significa que siempre sea o deba de ser así, el modelo de desarrollo comunicativo y del lenguaje en personas con TEA se ha basado en el uso de apoyos visuales, adquisición de requisitos, modelos de imitación y habilidades comunicativas básicas. El apoyo visual se usa de manera que el niño/a integre la información y pueda asociarla a los aspectos sonoros de las palabras. A base de la repetición de esta asociación se llega a un momento en que el niño deja de requerir ese apoyo visual en la imagen.

         Cuando se inicia el proceso de aprendizaje de la lectoescritura, va a ser también un gran reforzador del lenguaje.

Algunas de las acciones que podemos llevar a cabo para fomentar la comunicación son:

-      Cuidar el entorno para que sea lo más agradable posible y le facilite a su regulación sensorial.

-      Anticipar la información.

-      Identificar las fortalezas y ayudarnos de ellas.

-      Conocer los intereses de juego.

-      Utilizar un lenguaje adecuado y significativo.

-      Uso de la contraimitación.

-      Ayudarnos de los tiempos de latencia durante las actividades.

-      El uso de canciones como fomento de la comprensión.